jueves, 6 de noviembre de 2014



Bullying: la cultura del silencio

Es muy difícil saber cuándo ocurren las agresiones, porque las víctimas prefieren pasar inadvertidas para no sufrir más por estas o para no aparecer como incapaces de resolver sus problemas por sí mismas.

Las víctimas del bullying suelen no hablar de su situación, porque temen represalias por parte de los intimidadores o imaginan que al explicitar su condición serán aún más rechazados o aislados. Suelen tener miedo de aparecer como débiles e incapaces de resolver sus problemas por sí mismos.

La cultura del silencio se consolida porque:
- A  los estudiantes les cuesta hablar sobre la situación en que se encuentran.
- El bullying  es realizado, por lo general, en forma privada donde no se cuenta con la presencia de adultos.
- Muchos adultos sostienen que los niños son intrínsecamente ‘inocentes’.
- Muchos padres  piensan que las disputas son normales entre los niños y jóvenes.
- Un alto porcentaje de profesionales sobrevaloran el rol de la familia, particularmente la figura de la madre, como primera influencia de los niños, subestimando la potencia de la influencia del grupo de pares.
- Algunos estudios se refieren al hecho de que los profesores a menudo no hacen caso y desatienden las necesidades de las víctimas. Debido, en parte, a que los intimidados tienden a quedarse tranquilos, sin buscar llamar la atención sobre su persona.

- Las víctimas del bullying suelen no hablar de su situación, porque temen represalias por parte de los intimidadores o imaginan que al explicitar su condición serán aún más rechazados o aislados. Suelen tener miedo de aparecer como débiles e incapaces de resolver sus problemas por sí mismos.



Josefa Lizana V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario