Es muy difícil
saber cuándo ocurren las agresiones, porque las víctimas prefieren pasar
inadvertidas para no sufrir más por estas o para no aparecer como incapaces de
resolver sus problemas por sí mismas.
Las víctimas del bullying suelen no hablar
de su situación, porque temen represalias por parte de los intimidadores o
imaginan que al explicitar su condición serán aún más rechazados o aislados. Suelen
tener miedo de aparecer como débiles e incapaces de resolver sus problemas por
sí mismos.
La cultura del
silencio se consolida porque:
- A los
estudiantes les cuesta hablar sobre la situación en que se encuentran.
- El
bullying es realizado, por lo general, en forma privada donde no
se cuenta con la presencia de adultos.
- Muchos adultos
sostienen que los niños son intrínsecamente ‘inocentes’.
- Muchos padres
piensan que las disputas son normales entre los niños y jóvenes.
- Un alto
porcentaje de profesionales sobrevaloran el rol de la familia, particularmente
la figura de la madre, como primera influencia de los niños, subestimando la
potencia de la influencia del grupo de pares.
- Algunos
estudios se refieren al hecho de que los profesores a menudo no hacen caso y
desatienden las necesidades de las víctimas. Debido, en parte, a que los
intimidados tienden a quedarse tranquilos, sin buscar llamar la atención sobre
su persona.
- Las víctimas
del bullying suelen no hablar de su situación, porque temen represalias por
parte de los intimidadores o imaginan que al explicitar su condición serán aún
más rechazados o aislados. Suelen tener miedo de aparecer como débiles e
incapaces de resolver sus problemas por sí mismos.
Josefa Lizana V.
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